
LIDERAZGO FEMENINO



LA MUJER EN LA HISTORIA
Hoy nos encontramos con mujeres que participan activamente dentro de las actividades económicas, científicas y culturales, espacios que antes se veían abiertos solamente para los hombres
A continuación, haremos un breve recorrido del paso de la mujer en la historia:
ANTIGUA GRECIA
EDAD MEDIA
EDAD MODERNA
SIGLO XIX
SIGLO XX
Relegadas a estar en casa y las labores del telar, las mujeres griegas contaban con pocos derechos en otras áreas de la vida social. Durante la mayor parte de la historia antigua griega, el papel de la mujer se relegaba exclusivamente a la casa. Las mujeres, como grupo social, no tenían voz ni voto, ni en lo político, ni en lo militar ni en lo civil.
Los historiadores citan el aumento de mujeres gobernantes, o que ejercieron el poder en algún momento excepcional, durante y después del periodo macedonio. Sin embargo, conclusión general que sacamos de esta época es que las mujeres eran consideradas débiles para la vida social.
Desde el comienzo de la civilización griega, las mujeres estaban bajo la autoridad patriarcal de los hombres. Así pasaban de la autoridad de su padre a la autoridad de su marido. No fue sino hasta la reforma de Solón cuando las mujeres pudieron tener derecho a heredar la propiedad de su padre, siempre y cuando no hubieran tenido algún hermano masculino.

La mujer en el periodo medieval mayoritariamente era campesina y trabajaba en el campo. Su papel económico era muy importante: realizaban las tareas agrícolas como los hombres y tenían que trabajar para mantenerse ellas y a sus hijos.


El Renacimiento supuso un “renacer” pero sólo para los varones, que ven mejoradas en esa época sus posibilidades educativas y laborales. Para las mujeres fue todo lo contrario: no pudieron acceder a la educación humanista y los nuevos estados, centralistas y uniformadores, dictaron leyes que restringieron aún más sus posibilidades.
El siglo XIX se caracteriza por la existencia de profundas transformaciones, en los ámbitos ideológico, económico y social, que inciden de manera esencial en las mujeres.La aparición en Inglaterra del proceso de industrialización lanzó a las mujeres a las fábricas, sobre todo textiles, que junto con el servicio doméstico eran las ocupaciones mayoritarias de las más pobres.
El siglo XX se caracteriza por la incorporación masiva de las mujeres al mundo laboral. Las dos guerras mundiales fueron un factor desencadenante: al marchar los hombres al combate, las mujeres tuvieron que hacerse cargo del trabajo, hubo que recurrir a la mujer para mantener la producción.

